¿Falta de experiencia o falta de atención?

Nota publicada en agosto de 2010 sobre estudiantes que obtuvieron grados de maestría y doctorado en el Departamento de Investigación en Polímeros y Materiales (DIPM) en la cual quedaron evidentes errores graves de parte de la coordinadora del posgrado en dicho departamento, Karen Lillian Ochoa Lara. Los errores se enumeran al pie de la nota:

 

Refuerzan titulaciones calidad del posgrado en Ciencias y Materiales

Con investigaciones pertinentes por sus aplicaciones en la sociedad, además de su relevante impacto en la comunidad científica, seis egresados del posgrado en Ciencias de Materiales aprobaron en el último semestre sus tesis en el Departamento de Polímeros y Materiales.

La coordinadora de los programas académicos del posgrado del Departamento, Karen Lilian Ochoa Lara, informó que de junio a la fecha se titularon tres alumnos a nivel doctorado y la misma cifra en la maestría, con tiempos que responden a la exigencia del Padrón Nacional de Calidad del Conacyt.

Destacó que por su calidad en la investigación científica y sus posibles aplicaciones en el entorno social y tecnológico, sus trabajos han alcanzado reconocimiento de la comunidad científica internacional.

"Las temáticas dan respuesta a las necesidades y el desarrollo de la sociedad, con un enfoque de impacto en la sociedad científica y sus respectivas aplicaciones tecnológicas", dijo, tras citar trabajos como los desarrollados en el área de termoluminiscencia, enfocados a descubrir nuevos materiales que puedan funcionar para la medición de radiaciones.

Señaló que este nivel de eficiencia terminal posiciona y ayuda a que el posgrado sea de calidad, y por lo tanto, se garanticen becas para las próximas generaciones.

Ochoa Lara indicó que los titulados en el doctorado fueron Eduardo Larios, en el área de nanomateriales, bajo la dirección de Judith Tánori; Alma Ruth García Haro, en termoluminiscencia, dirigida por Rodolfo Bernal, y Adriana Vaca Caloya, bajo la conducción de Miguel Valdez, en biomateriales.

Y en la maestría, dijo, se titularon Alma Leticia Nájera, bajo la dirección de Mónica Castillo, y Cinthia Jovana Pérez, dirigida por Dora Evelia Rodríguez, ambas en el área de polímeros; y Hugo Borbón, asesorada por Catalina Cruz, en el área de termoluminiscencia.

RESPONSABLES DE ESTA PUBLICACIÓN

DIRECCIÓN DE COMUNICACIÓN

Tels. 259-2145 y 259-2182

1) El área no es “Termoluminiscencia” sino “Dosimetría de estado sólido”.

2) El nombre correcto es “Adriana Básaca Loya”

Si la coordinadora del programa de posgrado en un departamento como el DIPM no conoce el nombre correcto de todos los estudiantes asociados, ni el nombre correcto de todas las líneas de investigación que se llevan a cabo, no se debe a la FALTA DE EXPERIENCIA QUE ELLA TANTO SE AUTO-JUSTIFICA, SINO A LA FALTA DE ATENCIÓN Y HUMILDAD PARA PREGUNTAR A LAS PERSONAS CORRECTAS SOBRE NOMBRES DE ESTUDIANTES, Y “ÁREAS” DE INVESTIGACIÓN.

Si la coordinadora no pregunta o consulta acerca de los aspectos mencionados, ¿qué seguridad existe el que consulte sobre cuestiones más delicadas, sobre todo si no existen lineamientos escritos o acuerdos concretos?

SUBASTA DE REGALOS, UNA SUBASTA DE LA EDUCACIÓN POR EL RECTOR DE LA UNISON.

El motivo apremiante de este comunicado es para re-informar a la comunidad universitaria que quien llega al poder por medio de adulaciones y alianzas cuya consistencia es como la arena, sin carrera y oficio académicos, tiene que desenvolverse regalando artículos lujosos a sus superiores pero dando migajas de apoyos y "estímulos" desmotivadores al personal académico. Nuestro rector Grijalva-Monteverde y Velázquez Contreras (el amigo incómodo del anterior) argumentan que las "torti-becas" se tienen que ajustar a un presupuesto cada vez menor, sin embargo, juntos ya han asegurado sus respectivas jubilaciones como aves rapaces, ya que ninguno de los dos tiene un futuro asegurado en la política. Nunca han sido académicos sino pésimos gestores, cuya única premisa es tener el control en complicidad con funcionarios subordinados en la pirámide infame, originada por la Ley Orgánica Cuatro. Estos sirvientes a su vez tienen que seguir el ejemplo de extender una alfombra roja cuando los funcionarios mencionados pasan caminando por los pasillos del edificio principal y por su eterna casa "Polímeros", para recibir el informe diario y/o semanal de quien errónea e incoherentemente cree poseer cierto poder sobre los académicos: Martha Cecilia Vázquez Moreno una secretaria de dicho departamento quien ni siquiera posee el nivel escolar de bachillerato pero sorprendentemente se sabe que toma y ha tomado decisiones de índole académico en el mismo. Hace muchos años, Vázquez Moreno tuvo que salir "por piernas" de otro departamento de investigación por inmiscuirse en decisiones que correspondían a los investigadores exclusivamente, sin limitarse, como lo sigue haciendo en "Polímeros", a realizar únicamente labores administrativas, y por si fuera poco, ha cuestionado a los investigadores adscritos sobre sus proyectos, típica “administrativa” quien hasta ha opinado acerca del desarrollo de las tesis de distintos estudiantes de posgrado. A pesar de esta risible situación la mayoría de los académicos tiene que soportar el trato despótico e ignorante de esta “jefa administrativa” para no meterse en problemas, quien se rumora ya se va, pero no dice cuándo.
Se anexa una nota del periódico "Primera Plana", del período febrero-marzo de 2010. Un extracto que da idea de la manera en que distintos rectores de universidades públicas del país rindieron pleitesía a Alonso Lujambio, titular de la Secretaría de Educación Pública. Entre estos "vasallos" disfrazados de altos funcionarios se encuentra Heriberto Grijalva Monteverde, nuestro pintoresco rector, quien si pudiera, subastaría el patrimonio académico de la UNISON al mejor postor.

De "torti-becas" a "torti-migajas" para los académicos de la UNISON.

La Secretaría General Académica de la UNISON posee el falaz Programa de EstÍmulos al Desempeño del Personal Docente, conocido en el ambiente académico como "tortibecas". Las mayoría de las personas encargadas de evaluar actividades de investigación de los docentes no tienen la más mínima idea de lo que es ser investigador. Ellas determinan el nivel o número de salarios mínimos que cada profesor merece.

Cada año se convierte en un suplicio cuando los docentes se dan cuenta que actividades en común con otros no se les toma en cuenta equitativamente. Para los "evaluadores" es fácil rechazar o aceptar actividades, ya sea tomando café y/o comentando simultáneamente qué equipo ganó en el beisbol de diferentes ligas, gozando del apacible y opulento ambiente en las oficinas de élite de la Secretaría que se encuentran enseguida de la Dirección de Investigación y Posgrado, otro edificio "integral" donde se encuentra gente con puestos inventados, quienes sólo sirven como "office-boys" con sueldos de ejecutivos.

Muy al estilo de la administración de la UNISON.

Desde la pasada huelga del STAUS en la Universidad de Sonora han surgido muestras de inconformidad por la manera en que se desenvuelven los administrativos dentro de la institución, comenzando por los "colegas" Grijalva-Monteverde y Velázquez Contreras, quienes sin contar con carreras académicas ni cercanas a sobresalientes han cosechado muchos logro$$$ con dinero de los impuestos que paga la sociedad. Parece ser que el perfil deseable para ser funcionario en la UNISON es el de empresario frustrado, y en el justo momento de ocupar un cargo, representa la oportunidad única para el saqueo y el tráfico de influencias a costa incluso del devenir académico de esta universidad.      

Lo anterior se lleva a cabo de la manera más impune debido a que se han formado a través de los años grupos tendientes a solapar actos y decisiones arbitrarias fuera de todo criterio académico de parte de nuestros pintorescos Rector y Secretario Académico, y es lógico pensar que otros grupos llamados displicente y erróneamente antagónicos o disidentes deben quedar fuera de la jugada. Los últimos en la mayoría de los casos han velado por que al menos se denuncie el trato injusto de parte de directores de división y jefes de departamento hacia los académicos, sin lograr hasta la fecha un efecto de resonancia relevante entre la comunidad universitaria. Esto se debe principalmente a que se encuentran aislados, y parece ser que después de manifestarse a través de los medios el problema se "disuelve" y todo vuelve a la enfermiza normalidad de bloqueo y estancamiento a académicos de verdadera vocación y prestigio quienes cuentan con la mala jugada del destino de no coincidir con la ineptitud y actitud servil de la mayoría de los administrativos en el alma máter.    

 Uno de los departamentos en donde ha imperado durante un tiempo considerable un ambiente de inequidad, nepotismo descarado y muestras palpables de hostigamiento laboral, es el mencionado en otras publicaciones de nuestro grupo de trabajo de "Quehacer Universitario", el de "Polímeros". Tenemos conocimiento de que en este departamento cada semestre representa un "estira y afloja" a veces desgastante para que a ciertos académicos se les programe carga académica dentro del posgrado correspondiente, mientras que en el caso de Juana Alvarado Ibarra (por mencionar uno), una estudiante "fósil" con estudios de doctorado interrumpidos, con solamente título de maestría y sin pertenecer al SNI, se le ha programado un curso de "Seguridad en el Laboratorio" como un módulo inventado dentro de una materia del posgrado, mientras que hay académicos pertenecientes al SNI con doctorado así como con productividad científica suficiente, a quienes se les niegan horas por falta de éstas como suele argumentar la jefa del departamento Rosa Elena Navarro Gautrín. Y para colmo y como incentivo singular a la incapacidad de doctorarse en tiempo y forma, a Alvarado Ibarra le asignan una plaza de técnico general, siendo todavía "estudiante" de "tiempo completo" ante CONACyT. Se ha rumorado que dicha concesión se cristalizó gracias a favores personales de parte de Alvarado Ibarra a Mónica Castillo Ortega, ex-jefa del departamento en cuya gestión favorecía a los de su grupo de élite cuestionada y dudosa, mientras que quienes no simpatizaban y aún no simpatizan con ella eran excluídos para tener recursos y representatividad en actividades académicas del departamento. Un "secreto a voces" que prolifera en "Polímeros" es que Navarro Gautrín desde que ocupó su cargo hasta la fecha ha llevado a cabo un curso intensivo de tráfico de influencias, hostigamiento laboral y de cómo aparentar ser incluyente, cuya instructora es Castillo Ortega. Dicha instructora se ha indignado porque la han exhibido en algunos medios por practicar el ya mencionado nepotismo académico,  ejemplos de ello es la incorporación misteriosa y al estilo "caja negra" como técnico de uno de sus hijos al Departamento de Ingeniería Química y Metalurgia, quien ocupa una plaza que originalmente era de maestro de tiempo completo, excluyendo a candidatos idóneos de al menos 15 años de experiencia como docentes. Este hecho se ventiló en una de las Asambleas del STAUS cuyos dirigentes no se enteran de la corrupción y el consecuente rezago académico, así como de muchas injusticias que se suscitan en "Polímeros" porque se ha cuidado recientemente que sus delegados sindicales tengan la personalidad y el vínculo adecuados para la jefatura del departamento. Tal es el caso de Carmelo Encinas Encinas, quien dirigido cual títere de la ex-jefa Castillo Ortega y de la actual jefa ha hecho caso omiso de la inequidad que existe al momento de programar carga académica a los "menos afortunados" y por supuesto, ha mostrado pasividad absoluta para exhibirla ante el STAUS. Ahora se perfilan la prima de Castillo Ortega, Hisila Santacruz Ortega y la ex-estudiante de Navarro Gautrín, Lorena Armenta Villegas como candidatas a delegada y sub-delegada sindical, respectivamente. Qué par de marionetas cómodas tendrá la jefatura y la jefa "fantasma" Castillo Ortega para contener las inconformidades de académicos de un departamento que ha llamado la atención de parte de universitarios con visión objetiva, no de la manera que se espera de un lugar donde se lleva a cabo investigación básica significativa, gracias al inexistente liderazgo de Grijalva Monteverde. La mayoría de los universitarios siguen  buscando algún vestigio de la visión mesiánica de nuestro Rector de su tan anunciado proyecto incluyente antes de ocupar su cargo.